Vivimos cambios radicales en la tecnología de la movilidad enfocados hacía un “mundo DANCE”, basado en vehículos Digitales, Autónomos, No emisiones, Conectados y Eléctricos. Estos vehículos formarán parte de un ecosistema gestionado por plataformas en donde los datos serán un activo vital para la nueva regulación y para poder ofrecer servicios relacionados con la movilidad. En este contexto, la gestión de los activos intangibles es un aspecto estratégico y para ello es necesario poner foco en la propiedad industrial e intelectual.
El sector del automóvil es el tercero más activo en generación de patentes del mundo, después del de las telecomunicaciones y la computación. Entre las seis compañías que más tecnología generan están cuatro empresas asiáticas: Toyota, Hyundai, Honda y Nissan. Toyoya es el líder indiscutible con casi 400.000 nuevas patentes en la última década, el doble que Hyundai y Ford, que le siguen en este ranking. La primera empresa europea es Volkswagen en el sexto puesto. Este dato es especialmente relevante teniendo en cuenta que el automóvil es el principal motor industrial del viejo continente. Ya no están presentes entre los líderes de patentes empresas como Renault o Peugeot, ahora Stellantis, que en su momento fueron impulsores clave en el sector.
Tanto Volkswagen como Ford han tenido noticias recientes relacionadas con la propiedad industrial.
Por una parte, Silke Reinhold ha sido nombrada una responsable mundial de IP del grupo Volkswagen. Hasta ahora estaba encargada dentro del grupo de las patentes electrónicas incluidas las patentes esenciales; es decir las relacionadas con los estándares de telecomunicación. Este paso demuestra la relevancia que Volkswagen está dando a la tecnología que permitirá tener coches conectados.
La realidad es que vemos como están llegando al sector del automóvil las tendencias que veníamos viendo en el sector de las telecomunicaciones desde hace años: incremento del número de patentes tras un periodo de disminución de la tendencia, creación de “patent pools” para la negociación de los ingresos por royalties, etc.
En esta línea, Volkswagen ha firmado el pasado mes de marzo un acuerdo con el agregador de patentes, “patent pool”, Avanci, para las patentes relacionadas con la tecnología 4G, que no incluye todavía las relacionadas con 5G. Avanci es un patent pool formado por 49 propietario de patentes esenciales de los estándares 2G, 3G y 4G, entre ellos Ericsson, enfocado en la negociación de acuerdos con fabricantes de automóviles.
Hace solo unos días, Avanci también ha anunciado otro acuerdo de licencia de patentes con Ford. En esta línea, en el pasado mes de mayo el juzgado siete de la Cámara regional de Múnich en Alemania ha admitido una demanda de IP Bridge contra Ford, que incluye la posible aplicación de medidas cautelares por infracción de una patente.
Más allá del automóvil, merece la pena poner foco en el patinete eléctrico conectado que se está convirtiendo en los reyes de la nueva movilidad en nuestras ciudades. Si analizamos la tecnología del sector, vemos que el líder es Lime, una compañía con sede en San Francisco que ha adquirido otras empresas como la sección de alquiler de bicicletas de Uber. Lime tiene 19 familias de patentes protegiendo diferentes tecnologías relacionadas con el alquiler de patinetes. El otro gran propietario de esta tecnología es Bird, con sede en Santa Mónica. Por lo tanto, en este caso, son dos empresas de California quienes se están convirtiendo en referencias tecnológicas.
Estamos viviendo una movilidad que implicará nuevos modelos de negocio, pero también una nueva regulación que tiene que promover un marco de comercialización de tecnología, y de gestión de la propiedad industrial, que favorezca la interoperabilidad, la generación de estándares, la eficiencia energética y, en definitiva, la innovación y un desarrollo tecnológico sostenible.