La Dirección General de Tráfico (DGT) ha presentado el Balance de Siniestralidad correspondiente a 2024, en el que se ha revelado el número de víctimas mortales en las carreteras españolas. Este balance únicamente refleja las víctimas de vías interurbanas con cifras provisionales, registradas hasta las 24 horas posteriores al siniestro. El número de fallecidos en accidentes de tráfico asciende a 1.154, siendo un 1% más que en el pasado año. Durante la rueda de prensa, el ministro del Interior, Grande-Marlaska, alude al incremento de los desplazamientos realizados este 2024, batiendo un récord histórico: “El pasado año, la Dirección General de Tráfico ha contabilizado un total de 462.888.133 desplazamientos por carretera, un 3,15% más que en 2023”. Este ha continuado añadiendo que “el volumen de desplazamientos por carretera ha crecido más que el nº de siniestros mortales y de fallecidos, y eso es una buena tendencia”. Pero la cifra de fallecidos en nuestras carreteras continúa siendo muy elevada, situación que el ministro lamenta añadiendo “ni debemos ni podemos aceptar que la movilidad en carretera, indicio de la pujanza del país, tenga un precio tan alto. Una sola vida humana perdida en un siniestro vial es demasiado coste para una sociedad moderna y avanzada como la española”.
El impacto de esta situación se refleja claramente en los datos. Curiosamente, los accidentes más graves ocurren en entornos donde las condiciones de seguridad no deberían generar ningún tipo de riesgo: las autopistas. Estas, que deberían ser espacios más seguros debido a su infraestructura, siguen siendo el escenario principal de accidentes fatales. Según los datos recopilados hasta finales del ejercicio anterior, los accidentes en autopistas han aumentado un 7% más que en el pasado año, donde han fallecido 323 personas. La siniestralidad de los turismos continúa en cifras muy elevadas, siendo 554 los fallecidos en este tipo de vía. En el caso de las furgonetas, también encontramos datos preocupantes, pues estos indican que la siniestralidad en estas aumenta un 97%, pasando a ser 79 fallecidos.
Cabe destacar que en el caso de los peatones la situación no mejora, ya que los atropellos apenas descienden, dejando 92 víctimas en este tipo de vía, lejos de los 37 de hace 10 años. En opinión de Ramón Ledesma, consejero asesor de la consultoría PONS Mobility, “Asistimos con cierta tristeza a una aguja de la siniestralidad que no solo no se mueve, si no que ligeramente, parece ir en ascenso. El tema central, el eje de todo, es sin duda la «conducción desatendida”. La conducción debe considerarse como una actividad única y exclusiva, ya que requiere la plena atención del conductor. Sin embargo, la tecnología embarcada en los vehículos modernos ha introducido una nueva actividad, la llamada «O2» (Ocio y Oficina), que es completamente incompatible con la tarea de conducir con la debida atención.
Esto pone de manifiesto que la desconcentración del conductor, alimentada por la sobrecarga de funciones derivadas de la tecnología en el vehículo, está influyendo negativamente en la seguridad vial. Por ese motivo, desde la consultora PONS Mobility se proponen cuatro medidas para recuperar la senda descendente en materia de siniestralidad vial:
- Estrategia clara y prioritaria de comunicación dirigida a «levantar» el problema de las distracciones y los riesgos del mal uso de la tecnología al volante: Se debe implementar una estrategia de comunicación coherente y efectiva, que sensibilice a la población sobre los riesgos y las acciones necesarias para mejorar la seguridad vial en relación a los dispositivos tecnológicos embarcados en el vehículo y al uso del móvil al volante.
- Medidas legales de ajuste/recordatorio de atención a la vía: Una posible medida sería la reducción del límite de velocidad a partir del cual se descuentan puntos, de 151 a 145 km/h, con el objetivo de reforzar el cumplimiento de los límites y mejorar la atención en la vía.
- Planificación y divulgación de la entrada en vigor de la nueva señal de emergencia conectada (V-16): A partir del 1 de enero de 2026, todos los vehículos, tanto nuevos como antiguos, deberán contar con esta señal de emergencia conectada. Es fundamental que la DGT realice un esfuerzo didáctico y pedagógico sobre su uso, para garantizar su efectividad en la reducción de accidentes.
- Sistema de certificación del comportamiento responsable en los conductores de empresas: Se propone implementar un sistema de certificación para las empresas que garanticen que sus conductores cumplen con los parámetros de atención al volante, promoviendo la conducción responsable en el ámbito laboral.