El mapa de la nueva movilidad urbana está redibujando un nuevo ecosistema donde miles de ciudadanos utilizan diariamente patinetes, bicicletas y ciclomotores o turismos para sus desplazamientos diarios en ciudad. En este escenario y sobre un espacio público tensionado, la irrupción del fenómeno de la movilidad compartida plantea soluciones y nuevos retos tanto para los operadores privados como para los responsables públicos encargados de ”reordenar” esta nueva movilidad en un marco de seguridad, sostenibilidad y convivencia pacífica entre los diferentes medios de transporte.
Sobre este punto de partida tuvo lugar el encuentro organizado por la Fundación PONS y moderado por PONS Mobility, consultora líder en movilidad responsable, donde participaron varios de los principales representantes públicos y privados que analizaron las diferentes fórmulas, herramientas, retos y buenas prácticas de las que disponen los Ayuntamientos y las empresas para una correcta implantación y gestión de la movilidad compartida en la ciudad.
Tras la bienvenida institucional de María Jesús Magro, directora general de la Fundación PONS, el asesor de PONS Mobility, Ramón Ledesma, introdujo una analogía entre la vivienda y la situación de la movilidad como punto de partida para el debate. “De modo similar a lo que ocurre con el espacio vivienda, la llegada masiva de las dos ruedas a la ciudad con las bicicletas, las motocicletas y los patinetes muestran una vía pública tensionada, sometida a un fuerte proceso de cambio que está dando lugar a nuevas oportunidades y nuevos modelos de negocio en el espacio compartido que supone la calle que tenemos entre todos que reordenar”, señaló Ledesma.
A continuación, el panel de expertos de la Dirección General de Tráfico (DGT), Ayuntamiento de Madrid, Ayuntamiento de Alcobendas, Autoridad Catalana de Competencia, Asociación de Vehículo Compartido de España (AVCE) y la plataforma de movilidad Bolt compartieron su visión sobre este fenómeno en la mesa redonda.
El delegado de Medioambiente y Movilidad en el Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, ha dejado claro que la movilidad compartida se encuadra dentro de los cinco grandes ejes que sustentan la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, herramienta para convertir a la ciudad en capital de la movilidad sostenible. La integración de los distintos modos de transporte, ha precisado el responsable del Área, es clave para el Consistorio madrileño. “Madrid es la ciudad del mundo con más empresas de vehículos compartidos eléctricos; la relación público-privada es fundamental para fomentar este tipo de movilidad”, ha manifestado.
Carabante ha anunciado que recientemente se ha autorizado a seis empresas el despliegue de 2.800 bicicletas eléctricas sin base fija, que comenzarán a operar este mes. También ha adelantado que pronto se aprobarán las nuevas licencias para patinetes, limitando el número de estos vehículos de 10.000 a 6.000 para facilitar la convivencia con otros vehículos de movilidad compartida y garantizar la accesibilidad universal.
A continuación, Jorge Ordás, subdirector General de Gestión de la Movilidad y Tecnología. Dirección General de Tráfico, señaló que para la DGT “la movilidad compartida será uno de los vectores esenciales que configurará la nueva movilidad. La búsqueda de la optimización de trayectos y conseguir que un vehículo transporte a más personas será elemental para conseguir reducir la congestión y la contaminación de nuestras ciudades. Además, las empresas de sharing son una vía fundamental para la instrucción de vehículos seguros, conectados y limpios en nuestras ciudades”, concluyó el responsable de la DGT.
Por su parte José Félix Gómez, jefe de Tráfico y Movilidad del Ayuntamiento de Alcobendas definió la movilidad como “un derecho, no un fin en sí misma”. En su opinión, la movilidad “debe ser un medio para facilitar el acceso universal a todos los centros de interés de nuestras ciudades. Donde no llega el transporte público convencional y descartando el uso del vehículo privado, la utilización de vehículos de todo tipo en modo compartido -turismo, moto, bici, patinete- es la alternativa, el complemento ideal y necesario para aquellos casos en los que las distancias o el tiempo hacen excluyente una movilidad a pie”.
Marc Realp, director General. Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO), reconoció el “enorme reto” al que se enfrentan las administraciones locales a la hora de regular el ejercicio de la actividad de sharing, sobretodo ya que se trata de una actividad en la que se contraponen una serie de “externalidades negativas” derivadas del uso y gestión del espacio público pero con unos claros beneficios, no solo para la ciudadanía sino también en términos medioambientales.
En opinión de Realp, “las administraciones locales deben hallar el necesario equilibrio entre estos intereses y permitir el desarrollo de esta actividad en aras a la satisfacción del interés general sin obviar la política de competencia, por lo que la actuación municipal debe ser respetuosa con los principios de una regulación económica eficiente y favorecedora de la competencia. En este sentido, la regulación local debería evitar el establecimiento de restricciones injustificadas y desproporcionadas al desarrollo de la actividad y promover el uso de herramientas alternativas i/o complementarias a la regulación tradicional.
David Bartolomé, presidente Asociación de Vehículo Compartido de España (AVCE), recordó que la movilidad compartida debe ser “fácil, accesible y segura. Las instituciones deben empezar a entenderla como una herramienta potentísima para gestionar y favorecer la movilidad sostenible”. El representante de AVCE demandó asimismo la necesidad de aplicar “políticas públicas que sepan reconocer su potencial y permitan prestar servicios cada vez más accesibles, más integrados con el sistema de transporte en sentido amplio y con los servicios de transporte público”.
Desde Bolt, Andrea Vota, director de Políticas Públicas de la plataforma global de movilidad destacó que la misión de la compañía “siempre ha sido ofrecer las mejores opciones de movilidad a nuestros usuarios, creando espacios de movilidad urbana más sostenibles y eficientes. Para ello, apoyaremos aquellas iniciativas institucionales dirigidas a crear fórmulas que permitan configurar un ecosistema abierto, competitivo y multimodal, que favorezca también la adopción del servicio por parte de los usuarios y de las ciudades”, concluyó Vota.