Madrid, 4 de mayo de 2016. ¿Seguimos queriendo comprarnos un coche? Seis de cada diez conductores sí se se lo plantean actualmente y además otro tanto considera incluso que sea híbrido o eléctrico, pero ¿han cambiado su actitud cuando compran? Lo cierto es que a pesar de que nueve de cada diez consideran la contaminación como un problema prioritario a resolver, en realidad solo un 16% pregunta por las emisiones de un coche a la hora de comprarlo. Por el contrario, es el precio lo que sigue imperando (66%), tal como recoge el informe “Españoles ante la Nueva Movilidad: percepciones y hábitos de compra de vehículos”, elaborado por la consultora Pons Seguridad Vial, la revista Autofácil y la plataforma online de vehículos AutoScout24.
De hecho, y vinculado también directamente al bolsillo, el segundo aspecto más crucial en la compra de un vehículo es su consumo de carburante para más de la mitad de los encuestados (59%). E incluso el diseño, con idéntico porcentaje, también aparece muy por encima de las emisiones (51%), superando a un elemento tan relevante como los sistemas de seguridad activa y pasiva que emergen como el cuarto factor decisor de compra con un 47%.
Cuadro 1. ¿Qué valoras más a la hora de comprar un coche?
Fuente: Informe “Españoles ante la Nueva Movilidad: percepciones y hábitos de compra de vehículos”
La manipulación de emisiones, ¿problema?
Precisamente, y vinculado con las emisiones, el informe también ha querido pulsar la opinión sobre cómo las recientes noticias acerca de la alteración de los sistemas de medición en los vehículos diésel están calando en la opinión pública. En concreto, un 42% de españoles reconoce que esta cuestión les ha afectado mucho, hasta el punto de admitir que han cambiado de marca de referencia. Este hecho afecta especialmente a las mujeres, más sensibles a esta realidad, ya que un 53% de encuestadas se muestran muy condicionadas debido a esto a la hora de decidirse por una marca u otra.
Sin embargo, los jóvenes de hasta 24 años son los que aparecen como más indiferentes a esta cuestión, ya que solo uno de cada cuatro reconoce estar “muy afectado”, todo lo contrario que el colectivo de entre 60 y 65 años que, con un sentido de la propiedad más fuerte, es el que más se ha visto impactado por estas informaciones (48%).
Asimismo, la proporción de ciudadanos que muestran su convencimiento de que estas prácticas afectan de forma generalizada al sector es mucho mayor, tal y como expresa un 67%, si bien son tres de cada diez los han cambiado de opinión respecto al diésel.
Medidas anticontaminación sí, restricciones no
Esta teórica concienciación de los ciudadanos con los problemas medioambientales, algo prioritario para el 90% de ellos, no supone en cambio un respaldo a todas las medidas emprendidas especialmente por las Administraciones, en concreto aquellas que penalizan el uso del coche. Y es que este medio de transporte sigue siendo un imprescindible para muchos españoles, que no quieren renunciar a él para satisfacer sus necesidades de movilidad.
Así, según el estudio, en las ciudades de más de un millón de habitantes es el preferido para un 67%, mientras que en poblaciones con menos de 20.000 habitantes ese porcentaje sube hasta el 78%. Y en cuanto a frecuencia de uso, prácticamente uno de cada dos encuestados (49%) declara que lo coge a diario para sus desplazamientos, aunque bien es cierto que un 30% reconoce realizar un uso “por encima de lo recomendable”.
Por tanto, los españoles no quieren que se penalice la conducción y por tanto disfrutar del coche a conveniencia. Así, el planteamiento de las Administraciones Públicas de una hipotética futura prohibición o restricción del uso de los vehículos diésel en las ciudades es, según el estudio, la medida con la que los encuestados menos están menos de acuerdo junto a la restricción del aparcamiento, ambas con una puntuación de 3,33 sobre 9.
En cambio, las que cuentan con más apoyo son las relacionadas con la necesidad de mejorar el transporte público (7,47 sobre 9) así como el fomento de desplazamientos a pie (6,12), en bici (5,87) o el incentivo a la compra de vehículos respetuosos con el medio ambiente (5,43), es decir, aquellas que suman, no que restan.
Asimismo, hay cabida para otras medidas. De este modo, el anuncio de la DGT de clasificar por eficiencia energética los coches es ampliamente aceptado por los encuestados, ya que el 87% lo considera una medida positiva, un porcentaje que incluso se eleva hasta el 92% en el caso de las mujeres participantes en el estudio.
Despega el interés por el coche “ecológico”, aún no por el “conectado”
Al mismo tiempo, las medidas administrativas mencionadas anteriormente tienen cierto efecto en los compradores de cara a los vehículos de propulsiones alternativas, en tanto un 24% afirma que se decidiría por la compra de un coche de estas características si estas medidas se implantasen y extendiesen. No obstante, eléctricos e híbridos siguen padeciendo el freno de su excesivo precio y la falta de puntos de recarga, y es que la industria va por delante del propio conductor.
Esto mismo sucede con la conectividad, que no parece estar calando entre los españoles en el momento de valorar la compra de un vehículo, ya que apenas el 12,6% de los consultados lo considera relevante, a pesar de los constantes desarrollos en esta materia. Al menos sí hay más predisposición en los jóvenes de hasta 24 años, en tanto uno de cada cuatro sí la valora, no en vano son personas educadas o nacidas en plena era digital.
Según Shara Martín, directora general de PONS Seguridad Vial, “que el 30% de los encuestados considere que utiliza el vehículo privado más de lo que deberían es una oportunidad de mejora para los organismos públicos y fabricantes preocupados por los efectos nocivos de los desplazamientos en vehículo privado. Debemos ser capaces, entre todos, de transmitir las ventajas de apostar por una movilidad responsable, especialmente a los jóvenes, a la luz de lo recogido en el estudio”.
En palabras de Juan Hernández Luike, de Autofácil, “depende de la industria, y de las administraciones, el promover y desarrollar vehículos alternativos y educar en conectividad. Ambos son los que tienen que llevar la iniciativa y se encontrarán con una buena respuesta por parte de los conductores, pero de momento, tal como concluye el informe, cuando se compra un coche se pregunta por el precio y cuánto consume, no por las emisiones, y se pone también más interés en la estética y seguridad”.
Para Gerardo Cabañas, director general de AutoScout24, “dos de cada tres compradores de coches se mueven por la parte emocional o la cartera. Emoción y dinero son dos grandes drivers de compra. Los ciudadanos están concienciados con el medio ambiente, pero quieren un coche que responda a sus deseos o necesidades de movilidad y la mejor relación calidad-precio posible”.